CAMBOYA
Bueno habiéndonos informado de otras personas, que el paso fronterizo por donde pasaríamos, es bastante corrupto, tanto en la salida de Laos, como la entrada de Camboya. Ibamos concienciados y dispuestos a no colaborar con la corrupción, como siempre. Estando a pocos kms. de la frontera y teniendo que coger un bus, se acerca un tipo de unos 35 años, bien vestido, guapo y con buena presencia. Supuestamente es el que gestiona el trámite de los visados, nos da una hoja a cada uno de nosotros para que rellenemos (estaríamos unos treinta turistas.) Cuando nos dice el precio, treinta dolares, nos negamos a pagar ese dinero. Todos lo hacen excepto nosotr@s. Sabemos de ante mano, que vale veinte. El bus nos deja en la frontera, y ahí ya tenemos el primer altercado. Los trabajadores públicos, de la frontera de Laos (policías) nos piden dos dolares por la salida, cuando no se tiene por que pagar nada. A mí me pide dos, mas cinco por no tener el papel de arrivals. Bueno tras discutir, amenazas por ambas partes y alguna falta del respeto de esta gente, nos cobran un dolar por cabeza, a mi dos. Esta claro, si no "colaboras" no pasas....Una "buena" anécdota fue, que cuando le dí diez dolares, se los mete a su propio bolsillo delante de nuestras narices, y me puse hablar con Marta y Ángel, vi que pasaba unos segundos y no me daba el cambio. Al llamarle la atención, hace como que se le había olvidado, el tipo se saca un fajo de billetes de su bolsillo, y me da el cambio, mi cara un poema, y mi mirada desafiante. Andamos unos metros y ya en la entrada camboyana, ya lo vemos venir, el pasaporte vale veinte dolares, y nos piden veinticinco. En esta discusión, parecida a la anterior, pero con algo mas de tensión, yo estaba tranquilo,con bastante impotencia, y a la vez tristeza, por como esta gente se llena los bolsillos de dinero, mientras parte de su pueblo, sufre entre otras cosas, de hambre. El resultado, parecido. En vez de pagar veinte, hemos pagado veinticinco. Lo que me sorprendió es que nadie dice, ni hace nada, nosotr@s por lo menos lo intentamos. "Colaborar" y ver esto tan descaradamente, nos da mucha rabia, aunque a mi pesar, en mi tierra también pasa. Desde aquí, quiero decir que para mi, el dinero es secundario, si el precio del visado es veinticinco, treinta o cincuenta, voy a entrar igual, pero que ese dinero vaya (en este caso) al pueblo Camboyano!!. Bueno dejando la mala ostia de lado, puesto que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, cogemos el bus que nos acercará hasta Stung Treng, al noreste de Camboya, y de ahí cogeremos un mini van, que nos llevará hasta nuestro primer destino, Ban Lung. Cuando llegamos, el día no da para mucho mas que buscar un guest house y cenar algo por los puestos callejeros. Acabo compartiendo habitación, con Julian, suizo y abogado, que trabaja para el gobierno suizo, que hemos recorrido parte del trayecto juntos. Mañana veremos los alrededores de Ban Lung, como no, en moto!!.
Ángel, Julian, Marta y yo, en el mini van, camino de Ban Lung.
Con la moto ya "entre manos" y habiendo decidido alquilar dos, Julian me dijo a ver si la quería llevar, desde luego que no lo dude. Así que sin perder mucho tiempo, en marcha para ver los alrededores de Ban Lung. El primer destino sería la cascada de Chaa Ong, puesto que en toda esta parte llueve mucho por estas fechas, el camino estaba para valientes, encima con el suizo de "paquete", un joven del que media cerca de 1´90 y pesaría unos 85 kg, mis brazos llegaron muy cansados, por los baches y tensión acumulada. Nuestra siguiente visita sería al precioso lago azul volcánico Lumkot, donde nos damos un buen chapuzón. El color y temperatura del agua es muy agradable. Se dice, pero no se sabe a ciencia cierta, que este lago por su perfección circular, se debió a un meteorito y se cree que se creo hace 700.000 años. El día lo acabamos cenando en el centro de Ban Lung, donde es muy concurrido, y hay cientos de puestos callejeros con comida barata y buena.
Gracias a unas preciosas piedras, casi te podías meter debajo de ella. Faltó una poza para poder bañarse!!
https://www.youtube.com/editor?feature=upload
Lago Lumkot, de izq. a der. Julian, yo y Ángel. Me bañe durante tanto rato, que salí con arrugas en la piel!!
Un entorno lleno de fauna y flora, expectacular!!
A la mañana siguiente cogemos un mini van que nos llevará a de Ban Lung a Ser Monorom. Se encuentra a mas de 800 m de altitud, por lo que, al soplar el viento, es bastante mas fresco que el resto del país. Nos habían dicho que pese a las lluvias se podría ir, el recorrido es todo por pistas, llenas de grandes baches, mucho barro por las inundaciones y casi impracticables. El trayecto dura ocho horas (150 kms), la verdad, que no se nos hizo muy largo, puesto que fue una autentica aventura, al mas puro estilo, de un rallye de tierra, pero con mini van, a manos de un par de artistas, que a través de cadenas y con la ayuda de un tractor, conseguimos llegar a nuestro destino.
https://www.youtube.com/editor?feature=upload
Como las carreteras estaban impracticables, y alquilando una moto, nos arriesgamos a poder ver poco, decidimos después de mirar, y comparar precios, alquilar un coche con conductor, de nombre Anan, al que anduvo fino conduciendo. Nos llevaría a ver varias cosas, entre ellas, la cascada de Bou Sraa, bonita de ver, una plantación de frutos y café, con un trato y cuidado ejemplar, sea forest (mar bosque), desde donde se visualiza una gran selva, y buenas puestas de sol, un poblado habitado por la etnia Bunong, y por último, otra cascada, con el mismo nombre que el pueblo, Ser Monorom. (Coche con conductor y recorrido: 18 dolares por cabeza)
Cascada de Bou Sraa
Ángel y yo, mostrando la entrada de una de las casas, de etnia Bunong
Ya en la plantación de café y frutas: Durián una de las frutas mas consumidas en Camboya. Su textura es cremosa, su sabor intenso (a mi no me gusto), y su olor es muy desagradable. Tengo oído, que en muchos hoteles y aeropuertos, esta prohibida su entrada.
Café.
Rambutan: Siendo dulces, fácil de pelar, con una textura muy agradable y económicos, es una de la que mas consumimos. Que pena no tenerla en nuestra tierra!!!
Plátanos: La mayor diferencia que le encontramos, es que aquí son mucho mas pequeños.
Este era el panorama durante el camino.
De izq. a der. Annan yo y Angel, en "Sea Forest".
Otra aldea de etnia Bunong.
Estos preciosos, pero muy mal cuidados elefantes, los vimos al llegar a nuestro ultimo destino.Cascada de Ser Monorom. La verdad que es una lastima, ver animales así, atados y en tan malas condiciones. Si os fijáis en la parte de arriba de la oreja, tiene un orificio, por donde le metían una estaca acabada en punta, para dirigirle hacia donde debía de ir.
Es impresionante verlos de cerca, aunque si los tengo que ver así, prefiero no verlos...
Esta foto de Ángel, puede llegar a representar la vida de estos dos animales, en una foto...

Viendo los elefantes dos minutos antes, y dejándonos tan mala sensación, la verdad que le quito algo de aliciente a la cascada de Ser Moronom.
Nuestra próxima parada Kratie, una provincia animada y ribereña. Se extiende a ambos lados del Mekong, del que vive gran parte de su gente. El trayecto, en mini van, para variar, esta lleno de curiosidades, anécdotas y como no, aventura. Veinticinco personas, el equipaje que no era poco, y con el portón trasero abierto para llevar una moto...todo esto, para catorce asientos... De todo lo que vivimos en ese recorrido, destacaré, (por abreviar, porque necesitaría un libro) que compartí fruta, los cascos de oír música y espalda con Gri, un camboyano, de unos 25 años, que fue en la parte trasera, igual que yo, y que por temas de espacio nos quedamos sin respaldo.... Así que le comente que nos apoyaríamos las espaldas mutuamente para no sufrir tanto.
En una de las paradas, para estirar las piernas... y la espalda!!
Al llegar nos acomodamos en un guest house, dejamos las mochilas, y nos vamos a dar un paseo a orillas del Mekong, con dirección al templo, Wat Roka Randal. Cuando nos acercamos a verlo, un monje de treinta años, y al que la conversación da para mucho, su ingles es muy fluido, se muestra amable para abrirnos las puertas y enseñárnoslo. Hablamos del Budismo, del porque se metió a monje, de los políticos de su país, de que solo utiliza internet para estudiar, sobre todo idiomas, y de varias cosas mas super interesantes, un monje muy abierto, culto y agradable!!. Antes de ver la puesta, me da tiempo a jugar en un ambiente muy distendido, varias partidas, a un juego muy popular en Asia. De ahí vamos a ver la puesta de sol, a orillas del Mekong, que tras varios días de lluvias y nubes, hoy promete!! por fin!!
De izq. a der. Marta, yo, el monje y Angel.
Poco me costó meterme en este partido, totalmente improvisado y en un lateral de la carretera....Me dieron "caña" por todos los lados!!
A día de hoy, la única que hemos visto, aunque espero ver mas....
A la mañana siguiente, ya habiéndolo hablado con Marta y Ángel, me levanto temprano, y voy solo hacer una compra al mercado, para desayunar... Acabé comprando, como me suele pasar, el desayuno, tomates, cebollas, pepinos y alguna cosa más... para hacer unas buenas ensaladas a la noche. Como me gustan!!. Después de coger energías alquilamos unas motos, con la idea de ver varias cosas, pero que por las inundaciones no pudimos. Así que truncado varios planes que teníamos, decidimos alquilar una barca, (esto es bastante turístico) que nos llevara a ver los "raros" delfines Irrawady de agua dulce. Este cetáceo de color entre gris y azul oscuro alcanza los 2´75 de largo, y se distingue por su frente abultada. Están en peligro de extinción, los expertos dicen, que están desapareciendo a un ritmo alarmante. Ya de noche, preparé las ensaladas, con los ingredientes que compre a la mañana, y le añadí, mi ultima lata de sardinas, que aun conservaba, puesto que me traje varias de casa. "Andaba" con ganas de compartirla con Ángel y Marta. La verdad que la cena fue un éxito!!
Hasta aquí también llegaron las inundaciones...
Nuestra próxima parada seria Kompong Chhnang, que significa "puerto de la cazuela de barro". Una provincia tranquila, con poco turismo, y próxima a la capital, Phnom Penh. Cuando llegamos, militares, policías y voluntarios, hacen la labor de poner sacos de arena, por gran parte del paseo que hay a orillas del Tonlé Sap, segundo río mas grande de Camboya. Parece ser que las inundaciones aquí, también las esperan. Después de comer unos riquísimos platos de curry con arroz y vegetables, y un amok coconut con fish y vegetables, plato tradicional de Camboya, nos vamos a ver el faro francés, que al acercarnos a el, vemos que por las inundaciones, no vamos a poder acceder. A unos metros veo a un chico joven con una barca típica de aquí, de madera y un perro, al que no dudo en "decirle", a través de la expresión corporal (el no sabia ni una sola palabra en ingles), a ver si nos acercaría al faro. Ti, un chico joven, al que su perro, no se quería separar en ningún momento de el, nos acerca no solo hasta el faro, sino que nos lleva mas allá, acabando viendo, varios pueblos flotantes y una mezquita, a la que entramos a ver. Desde el primer momento Ti, se mostró callado y muy tímido, no nos quería cobrar. Como no teníamos ni fruta ni nada para darle, decidimos darle unos rieles. La verdad que el paseo fue muy agradable, puesto que la barca de Ti avanzaba con el arte muy peculiar de la zona, en la que se rema de pie. Con esos alrededores, y sin ningún ruido de ningún motor, el paseo y la compañía fue genial. Me encanta juntarme con este tipo de gente, totalmente lugareña!!
Ti, su perro, yo y Marta, en la barcaza!!!
Al día siguiente, decidimos "patear" por el centro, ver un parque, perdernos por el mercado nocturno, escribir un poco en los blogs, y estar relajados. Puesto que llevábamos varios días dándole buen "tute" al cuerpo. Después de un día de relax, decimos cambiar de aires, e ir a Phnom Penh, capital de Camboya. Una ciudad, que por su historia, museos, mercados, cines, alrededores y mas... promete!!!
Bueno habiéndonos informado de otras personas, que el paso fronterizo por donde pasaríamos, es bastante corrupto, tanto en la salida de Laos, como la entrada de Camboya. Ibamos concienciados y dispuestos a no colaborar con la corrupción, como siempre. Estando a pocos kms. de la frontera y teniendo que coger un bus, se acerca un tipo de unos 35 años, bien vestido, guapo y con buena presencia. Supuestamente es el que gestiona el trámite de los visados, nos da una hoja a cada uno de nosotros para que rellenemos (estaríamos unos treinta turistas.) Cuando nos dice el precio, treinta dolares, nos negamos a pagar ese dinero. Todos lo hacen excepto nosotr@s. Sabemos de ante mano, que vale veinte. El bus nos deja en la frontera, y ahí ya tenemos el primer altercado. Los trabajadores públicos, de la frontera de Laos (policías) nos piden dos dolares por la salida, cuando no se tiene por que pagar nada. A mí me pide dos, mas cinco por no tener el papel de arrivals. Bueno tras discutir, amenazas por ambas partes y alguna falta del respeto de esta gente, nos cobran un dolar por cabeza, a mi dos. Esta claro, si no "colaboras" no pasas....Una "buena" anécdota fue, que cuando le dí diez dolares, se los mete a su propio bolsillo delante de nuestras narices, y me puse hablar con Marta y Ángel, vi que pasaba unos segundos y no me daba el cambio. Al llamarle la atención, hace como que se le había olvidado, el tipo se saca un fajo de billetes de su bolsillo, y me da el cambio, mi cara un poema, y mi mirada desafiante. Andamos unos metros y ya en la entrada camboyana, ya lo vemos venir, el pasaporte vale veinte dolares, y nos piden veinticinco. En esta discusión, parecida a la anterior, pero con algo mas de tensión, yo estaba tranquilo,con bastante impotencia, y a la vez tristeza, por como esta gente se llena los bolsillos de dinero, mientras parte de su pueblo, sufre entre otras cosas, de hambre. El resultado, parecido. En vez de pagar veinte, hemos pagado veinticinco. Lo que me sorprendió es que nadie dice, ni hace nada, nosotr@s por lo menos lo intentamos. "Colaborar" y ver esto tan descaradamente, nos da mucha rabia, aunque a mi pesar, en mi tierra también pasa. Desde aquí, quiero decir que para mi, el dinero es secundario, si el precio del visado es veinticinco, treinta o cincuenta, voy a entrar igual, pero que ese dinero vaya (en este caso) al pueblo Camboyano!!. Bueno dejando la mala ostia de lado, puesto que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, cogemos el bus que nos acercará hasta Stung Treng, al noreste de Camboya, y de ahí cogeremos un mini van, que nos llevará hasta nuestro primer destino, Ban Lung. Cuando llegamos, el día no da para mucho mas que buscar un guest house y cenar algo por los puestos callejeros. Acabo compartiendo habitación, con Julian, suizo y abogado, que trabaja para el gobierno suizo, que hemos recorrido parte del trayecto juntos. Mañana veremos los alrededores de Ban Lung, como no, en moto!!.
Ángel, Julian, Marta y yo, en el mini van, camino de Ban Lung.
Con la moto ya "entre manos" y habiendo decidido alquilar dos, Julian me dijo a ver si la quería llevar, desde luego que no lo dude. Así que sin perder mucho tiempo, en marcha para ver los alrededores de Ban Lung. El primer destino sería la cascada de Chaa Ong, puesto que en toda esta parte llueve mucho por estas fechas, el camino estaba para valientes, encima con el suizo de "paquete", un joven del que media cerca de 1´90 y pesaría unos 85 kg, mis brazos llegaron muy cansados, por los baches y tensión acumulada. Nuestra siguiente visita sería al precioso lago azul volcánico Lumkot, donde nos damos un buen chapuzón. El color y temperatura del agua es muy agradable. Se dice, pero no se sabe a ciencia cierta, que este lago por su perfección circular, se debió a un meteorito y se cree que se creo hace 700.000 años. El día lo acabamos cenando en el centro de Ban Lung, donde es muy concurrido, y hay cientos de puestos callejeros con comida barata y buena.
Cascada de Chaa Ong. Vista de frente.
https://www.youtube.com/editor?feature=upload
Lago Lumkot, de izq. a der. Julian, yo y Ángel. Me bañe durante tanto rato, que salí con arrugas en la piel!!
Un entorno lleno de fauna y flora, expectacular!!
A la mañana siguiente cogemos un mini van que nos llevará a de Ban Lung a Ser Monorom. Se encuentra a mas de 800 m de altitud, por lo que, al soplar el viento, es bastante mas fresco que el resto del país. Nos habían dicho que pese a las lluvias se podría ir, el recorrido es todo por pistas, llenas de grandes baches, mucho barro por las inundaciones y casi impracticables. El trayecto dura ocho horas (150 kms), la verdad, que no se nos hizo muy largo, puesto que fue una autentica aventura, al mas puro estilo, de un rallye de tierra, pero con mini van, a manos de un par de artistas, que a través de cadenas y con la ayuda de un tractor, conseguimos llegar a nuestro destino.
https://www.youtube.com/editor?feature=upload
Como las carreteras estaban impracticables, y alquilando una moto, nos arriesgamos a poder ver poco, decidimos después de mirar, y comparar precios, alquilar un coche con conductor, de nombre Anan, al que anduvo fino conduciendo. Nos llevaría a ver varias cosas, entre ellas, la cascada de Bou Sraa, bonita de ver, una plantación de frutos y café, con un trato y cuidado ejemplar, sea forest (mar bosque), desde donde se visualiza una gran selva, y buenas puestas de sol, un poblado habitado por la etnia Bunong, y por último, otra cascada, con el mismo nombre que el pueblo, Ser Monorom. (Coche con conductor y recorrido: 18 dolares por cabeza)
Cascada de Bou Sraa
Ángel y yo, mostrando la entrada de una de las casas, de etnia Bunong
Ya en la plantación de café y frutas: Durián una de las frutas mas consumidas en Camboya. Su textura es cremosa, su sabor intenso (a mi no me gusto), y su olor es muy desagradable. Tengo oído, que en muchos hoteles y aeropuertos, esta prohibida su entrada.
Café.
Rambutan: Siendo dulces, fácil de pelar, con una textura muy agradable y económicos, es una de la que mas consumimos. Que pena no tenerla en nuestra tierra!!!
Plátanos: La mayor diferencia que le encontramos, es que aquí son mucho mas pequeños.
Este era el panorama durante el camino.
De izq. a der. Annan yo y Angel, en "Sea Forest".
Otra aldea de etnia Bunong.
Estos preciosos, pero muy mal cuidados elefantes, los vimos al llegar a nuestro ultimo destino.Cascada de Ser Monorom. La verdad que es una lastima, ver animales así, atados y en tan malas condiciones. Si os fijáis en la parte de arriba de la oreja, tiene un orificio, por donde le metían una estaca acabada en punta, para dirigirle hacia donde debía de ir.
Es impresionante verlos de cerca, aunque si los tengo que ver así, prefiero no verlos...
Esta foto de Ángel, puede llegar a representar la vida de estos dos animales, en una foto...
Viendo los elefantes dos minutos antes, y dejándonos tan mala sensación, la verdad que le quito algo de aliciente a la cascada de Ser Moronom.
Nuestra próxima parada Kratie, una provincia animada y ribereña. Se extiende a ambos lados del Mekong, del que vive gran parte de su gente. El trayecto, en mini van, para variar, esta lleno de curiosidades, anécdotas y como no, aventura. Veinticinco personas, el equipaje que no era poco, y con el portón trasero abierto para llevar una moto...todo esto, para catorce asientos... De todo lo que vivimos en ese recorrido, destacaré, (por abreviar, porque necesitaría un libro) que compartí fruta, los cascos de oír música y espalda con Gri, un camboyano, de unos 25 años, que fue en la parte trasera, igual que yo, y que por temas de espacio nos quedamos sin respaldo.... Así que le comente que nos apoyaríamos las espaldas mutuamente para no sufrir tanto.
En una de las paradas, para estirar las piernas... y la espalda!!
Gri también hizo de reposa cabezas... que marmota!!!!
Al llegar nos acomodamos en un guest house, dejamos las mochilas, y nos vamos a dar un paseo a orillas del Mekong, con dirección al templo, Wat Roka Randal. Cuando nos acercamos a verlo, un monje de treinta años, y al que la conversación da para mucho, su ingles es muy fluido, se muestra amable para abrirnos las puertas y enseñárnoslo. Hablamos del Budismo, del porque se metió a monje, de los políticos de su país, de que solo utiliza internet para estudiar, sobre todo idiomas, y de varias cosas mas super interesantes, un monje muy abierto, culto y agradable!!. Antes de ver la puesta, me da tiempo a jugar en un ambiente muy distendido, varias partidas, a un juego muy popular en Asia. De ahí vamos a ver la puesta de sol, a orillas del Mekong, que tras varios días de lluvias y nubes, hoy promete!! por fin!!
De izq. a der. Marta, yo, el monje y Angel.
Poco me costó meterme en este partido, totalmente improvisado y en un lateral de la carretera....Me dieron "caña" por todos los lados!!
Marta y yo, contemplando la puesta de sol.
A la mañana siguiente, ya habiéndolo hablado con Marta y Ángel, me levanto temprano, y voy solo hacer una compra al mercado, para desayunar... Acabé comprando, como me suele pasar, el desayuno, tomates, cebollas, pepinos y alguna cosa más... para hacer unas buenas ensaladas a la noche. Como me gustan!!. Después de coger energías alquilamos unas motos, con la idea de ver varias cosas, pero que por las inundaciones no pudimos. Así que truncado varios planes que teníamos, decidimos alquilar una barca, (esto es bastante turístico) que nos llevara a ver los "raros" delfines Irrawady de agua dulce. Este cetáceo de color entre gris y azul oscuro alcanza los 2´75 de largo, y se distingue por su frente abultada. Están en peligro de extinción, los expertos dicen, que están desapareciendo a un ritmo alarmante. Ya de noche, preparé las ensaladas, con los ingredientes que compre a la mañana, y le añadí, mi ultima lata de sardinas, que aun conservaba, puesto que me traje varias de casa. "Andaba" con ganas de compartirla con Ángel y Marta. La verdad que la cena fue un éxito!!
De "mañaneo" por el mercado.
Todo tipo de alimentos....
Hasta aquí también llegaron las inundaciones...
Nuestra próxima parada seria Kompong Chhnang, que significa "puerto de la cazuela de barro". Una provincia tranquila, con poco turismo, y próxima a la capital, Phnom Penh. Cuando llegamos, militares, policías y voluntarios, hacen la labor de poner sacos de arena, por gran parte del paseo que hay a orillas del Tonlé Sap, segundo río mas grande de Camboya. Parece ser que las inundaciones aquí, también las esperan. Después de comer unos riquísimos platos de curry con arroz y vegetables, y un amok coconut con fish y vegetables, plato tradicional de Camboya, nos vamos a ver el faro francés, que al acercarnos a el, vemos que por las inundaciones, no vamos a poder acceder. A unos metros veo a un chico joven con una barca típica de aquí, de madera y un perro, al que no dudo en "decirle", a través de la expresión corporal (el no sabia ni una sola palabra en ingles), a ver si nos acercaría al faro. Ti, un chico joven, al que su perro, no se quería separar en ningún momento de el, nos acerca no solo hasta el faro, sino que nos lleva mas allá, acabando viendo, varios pueblos flotantes y una mezquita, a la que entramos a ver. Desde el primer momento Ti, se mostró callado y muy tímido, no nos quería cobrar. Como no teníamos ni fruta ni nada para darle, decidimos darle unos rieles. La verdad que el paseo fue muy agradable, puesto que la barca de Ti avanzaba con el arte muy peculiar de la zona, en la que se rema de pie. Con esos alrededores, y sin ningún ruido de ningún motor, el paseo y la compañía fue genial. Me encanta juntarme con este tipo de gente, totalmente lugareña!!
El faro y los pueblos flotantes.
Ti, su perro, yo y Marta, en la barcaza!!!
Al día siguiente, decidimos "patear" por el centro, ver un parque, perdernos por el mercado nocturno, escribir un poco en los blogs, y estar relajados. Puesto que llevábamos varios días dándole buen "tute" al cuerpo. Después de un día de relax, decimos cambiar de aires, e ir a Phnom Penh, capital de Camboya. Una ciudad, que por su historia, museos, mercados, cines, alrededores y mas... promete!!!